Cuánto saben nuestros maestros...

Una entrada a los diez problemas cardinales de la educación peruana

Luis Piscoya Hermosa
(215 pp)

El autor nos entrega un estudio en el que procesa la información recogida en las pruebas de suficiencia profesional realizadas por el ministerio de educación a profesores de educación básica y nos hace ver que la aplicación de éstas -para cubrir 30 mil vacantes en el magisterio nacional- tuvo consecuencias que afectaron severamente el statu quo.

En marzo del año 2002, el Ministerio de Educación del Perú decide, por primera vez en la historia de la República, aplicar 28 pruebas especializadas en calificación automática a 95,219 docentes de educación básica, ello con el fin de instaurar un sistema de otorgamiento para los nombramientos en los cargos públicos en función de las calificaciones y merecimientos personales de los candidatos, con independencia de su filiación política, militancia, afinidad familiar, amiguismo o confesionalismo. Según Piscoya, la evaluación constituyó un suceso singular y disonante con las políticas educativas que prevalecían durante los 25 años que presidieron el ejercicio del ministro Nicolás Lynch y que continúan imperando hasta la fecha desde el día siguiente al que entregó el cargo.

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