jueves, febrero 28, 2008

Dibujantes Peruanos...Autores Sanmarquinos...

Dos de los dibujantes peruanos más reconocidos en el medio han publicado con nuestro sello editorial. Se trata de Carlos Tovar "Carlín" y Raúl Rivera Escobar "ROL". Aquí, les presentamos el texto de Fermando Franco Quiróz, quien hizo un especial sobre el tema:
"Entre los años 50s a 90s los lectores peruanos pudieron disfrutar de excelentes cómics, ya sea escritos o dibujados. Las editoriales argentinas, mexicanas, chilenas, colombianas y españolas abarrotaban los kioskos y distribuidoras con publicaciones de toda índole y prácticamente era una misión complicada la elección de “el comic” a adquirir, prioritariamente por contar con el dinero justo para sólo uno o un par en general.

A la par, historietistas nacionales buscaron también dar a conocer sus trabajos (en ya legendarias publicaciones). No estuvieron exentos los principales diarios capitalinos, que vieron con buenos ojos la avalancha de historietas y decidieron también publicar las suyas (casos del diario Expreso, El Comercio, Ojo, etc).

Es así que muchos ilustradores saltaron a la fama, con maravillosos trabajos que estaban a la altura de los dibujantes foráneos. Aunque muchos de nuestros dibujantes se foguearon haciendo portadas para libros o pin-ups para algunos diarios, lograron al final su recompensa, que fue la de publicar sus trabajos tanto a nivel local como en otros casos, a nivel internacional, y el de ser reconocidos por toda una legión de seguidores de sus grandes obras maestras. A continuación les presentamos una retrospectiva a los principales dibujantes del siglo XX..." (Ver nota completa en: http://www.kingdomcomics.org/dibujantes_peruanos.html)


CARLOS TOVAR (Carlin)

Caricaturista y escritor que dibujó estupendas portadas para el semanario "Monos y Monadas" en los años 80s. Publicó obras como "Habla el Viejo" y "Manifiesto del siglo XXI". Actualmente es caricaturista del diario La República.
Revisar:
RAÚL RIVERA (ROL)

Trabajó en 1990 en el diario "Expreso", "Todo Sport" realizando dibujos humorísticos. En el diario "El Sol", en 1997, publica las tiras cómicas de "Mingo", realizadas por computador. Fue dibujante del quincenario humorístico MONOS Y MONADAS en 1999."No somos nada" es la obra que publica en 1993, para luego en 1998 sacar el libro "CARICATURA EN EL PERÚ. EL PERIODO CLÁSICO", uno de los pocos libros dedicados a la historieta peruana. Es expositor y organizador de muestras colectivas de humor gráfico.

Revisar:

miércoles, febrero 27, 2008

La lógica de Luis Piscoya...

Lógica
General
Luis Piscoya Hermoza
(358 pp.)
S/. 45.00

Normalmente se cree que existe una única manera de pensar lógicamente que correspondería a la estructura profunda de la mente, de la razón o del cerebro, según el caso. Esto conduce a suponer que la Lógica se descubre de la manera análoga a cómo se habría descubierto la estructura de la célula o del átomo. Por tanto, la Lógica existiría ya hecha en algún lugar y la tarea del profesor –ya sea a través de las clases o de un libro– consistiría en enseñarnos a descubrirla. Sin embargo, el desarrollo no sólo de la lógica sino de lo que actualmente se conoce como ciencias cognitivas, nos conduce a pensar que lo anterior es un error. En efecto, en sentido estricto no existe, dentro de la comunidad científica y filosófica, la Lógica como una unidad sino un conjunto diversificado de sistemas lógicos o, en términos más descriptivos, de lenguajes lógicos que no siempre son equivalentes entre sí.

Luis Piscoya Hermoza es Doctor en Educación y Doctor en Filosofía, grados académicos conferidos por la UNMSM. Asimismo, es Doctor honoris causa por la Universidad de Trujillo y Profesor honorario de la Universidad Ricardo Palma.


  • En San Marcos ha ejercido, entre otros, los cargos de Director de la Escuela de Postgrado, Jefe del ex Departamento Académico de Humanidades y Director de la revista Letras. Actualmente es Profesor Principal en los programas de Maestría en Epistemología y en el Doctorado en Filosofía, donde dirige seminarios como el de Lógica Matemática y Epistemología de las ciencias naturales y formales.
Profesor investigador visitante del Instituto de Filosofía, Epistemología y Lógica de la Universidad de Ludwig Maximiliam de Múnich (1999-2000), del Departamento de Filosofía de la Universidad de Dortmund (1992), Alemania, y del Departamento de Filosofía de la Universidad de Castellón (1997), España, entre otras. Hizo estudios de Postgrado en la Universidad de Kansas, en la Universidad de Stanford, California, y en la Universidad de Chile.


  • Entre sus libros mencionamos: Investigación científica y educacional, Metapedagogía, Tópicos en Epistemología, Lógica general, Filosofía y Lógica para Educación Secundaria, Filosofía para el Bachillerato peruano, Filosofía: guía del profesor y Perfil de la formación docente en el Perú. En junio del 2005 publicó con nuestro Fondo Editorial el libro titulado: Cuánto saben nuestros maestros... Una entrada a los diez problemas cardinales de la educación peruana.
Actualmente es Consultor del Instituto Internacional para la Educación Superior en América Latina y el Caribe de la UNESCO y miembro del Consejo Nacional para la Educación.

El Genio...Nuevo libro de Ciro Palacios

El genio
Principio trascendental en la estética de Kant
Ciro Palacios Garcés
(254 páginas)

S/. 38.00

El genio ha sido un enigma en el que han puesto su atención muchos pensadores desde la antigüedad y es un concepto controversial en la filosofía. Es en la Crítica del juicio de Kant donde alcanza categoría de principio trascendental y se torna en término clave para explicar el fenómeno del arte. Kant instala el concepto de ‘genio’ con el fin de alcanzar un criterio objetivo para los juicios de gusto, el cual se presentaba imposible.

Este estudio tiene como propósito lograr una explicación acerca de la relación entre la experiencia del hombre frente a lo bello y lo sublime, y el insondable fenómeno de la creación de la obra artística en el pensamiento de Kant. Aquí el autor se sumerge en la estética kantiana para encontrar el fundamento que contradiga a la afirmación de Nietzsche de que Kant había enfocado su estética sólo desde la perspectiva del espectador.

  • El autor dividió esta publicación en cinco capítulos. Los primeros dos grandes temas tratados son la importancia del concepto de "genio" en el fenómeno estético y el arte, y la estética como disciplina filosófica autónoma; en este capítulo se hace un breve marco referencial histórico. En el capítulo tres se habla de la Crítica del Juicio y se desarrollan conceptos sobre la capacidad de discernir, la estética filosófica, la filosofía de lo orgánico y el juicio reflexivo. El cuarto capítulo se refiere a El sujeto espectador en la Estética Kantiana y la dimensión de lo estético. Finalmente el quinto tema desarrollado es El sujeto creador "genio" como concepto clave en la Estética Kantiana.

Ciro Palacios Garcés

Nació en Lima en 1943. Artista plástico y diseñador gráfico. Licenciado en Arte en la Pontificia Universidad Católica del Perú, Magíster en Comunicación Interactiva en la Universidad Autónoma de Barcelona, Magíster en Filosofía en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Estudia el Doctorado en la misma universidad. Desarrolló su actividad plástica en el Perú y expuso en diversos países obteniendo importantes premios y elogios de la crítica especializada.

  • Participó en el Encuentro de plástica latinoamericana en La Habana y Bienales de Arte como la Xa. de São Paulo, II Bienal de Arte de Coltejer en Medellín, III Bienal Americana de Artes Gráficas en Cali, II Bienal Internacional de Artede Ibiza, II Bienal de Lima. Su obra plástica se encuentra en museos y colecciones privadas. Es docente desde 1979 en la Universidad de Lima y ha sido profesor invitado por otras universidades nacionales y extranjeras. Ha publicado artículos y ensayos sobre filosofía y diseño gráfico en diversas publicaciones. En la actualidad es profesor de Lenguaje gráfico, Estética, Diseño gráfico y Multimedia en la Facultad de Comunicación de la Universidad de Lima y miembro del Consejo Académico.

Presentación del libro El Genio. Principio en la estética trascendental de Kant, de Ciro Palacios Garcés.
Lunes 21 de Abril de 2008

Por: Óscar Quezada Macchiavello


En primer lugar, agradezco, de corazón, la amable invitación que hace un tiempo me hizo Ciro Palacios Garcés para presentar su libro. Ciro es un buen amigo y colega por partida doble, pues somos, hace mucho tiempo, catedráticos de la Facultad de Comunicación de la Universidad de Lima y fuimos, en los noventa, condiscípulos en algunos seminarios de la Maestría de Filosofía de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Conozco, pues, a Ciro, desde tiempos inmemoriales (lo que equivale a remitirnos a principios de los ochenta) y me siento muy honrado de comentar su libro y muy satisfecho por el libro mismo. Es, sin duda, un logro en el que se revela toda una trayectoria vital dedicada, desde dentro de la existencia misma, al arte, como creador (artista plástico y diseñador gráfico), como pensador (filósofo del arte) y como crítico degustador sensible de la obra de arte.

Me siento, además, muy enaltecido y honrado de compartir la mesa con el Doctor David Sobrevilla Alcázar, maestro de muchas generaciones de filósofos y uno de los pensadores más reconocidos e importantes de nuestro país, quien también fue, hasta hace muy poco, mi colega en la Escuela de Humanidades de la Universidad de Lima. Debo reconocer que la lectura del libro de Ciro y, en general, la comprensión de la obra de Kant y de sus comentaristas, se me ha facilitado notablemente gracias a la lectura de Escritos kantianos. En torno a Kant, su obra e influencia, obra de David Sobrevilla sobre el filósofo de Konigsberg. En esta ocasión, como lo podrán apreciar, el ensayo sobre “La estética de Kant”, incluido en el mencionado libro, ha sido fundamental para dar un marco teórico consistente a la lectura de la obra de Ciro Palacios.


Antes de entrar al comentario del libro, debo reconocer, una vez más, el impecable trabajo del Fondo Editorial de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos: estamos ante el resultado de una labor profesional cuidadosa, pulcra y solvente.En el libro de Ciro Palacios, los capítulos extremos, a saber, el I y el V, configuran algo así como una tenaza que permite asir, tomar y enmarcar todo el conjunto de la reflexión. En efecto, el capítulo I, (“La importancia del concepto de genio en el fenómeno estético y el arte”), es una presentación sintética cuyo propósito es constatar la relevancia del concepto de genio en el desarrollo de la estética y la notoria influencia de la teoría kantiana a partir de la Crítica de la facultad de juzgar (más conocida como Crítica del juicio). El Capítulo V (“El sujeto creador genio como concepto clave en la estética kantiana”), “redondea” lo que el primer capítulo había prefigurado. Ahí, en el vínculo explícito del sujeto y la creación artística, se despliega de nuevo el concepto de genio, en tanto y en cuanto se nivela con el de gusto, tal como la naturaleza y el arte habían intercambiado sus lugares haciendo que la naturaleza fuese vista como propuesta, diseñada y producida por una inteligencia y que la obra de arte fuese sentida como lo más natural.

Así, el trabajo de Ciro Palacios, recae en ese lazo que une genio con arte bello. Kant, en efecto, sin necesidad de meterse en el dominio de una psicología de la producción del arte, fiel a los postulados filosóficos trascendentales, introduce y sustenta el concepto de genio, primero, entendiendo a los sujetos productores como individuos no contingentes, que suministran una regla que rige lo que se produce, pero no el cómo se produce; y segundo, entendiendo a partir de la originalidad y la no imitación, los productos como modelos…y, en consecuencia, la apariencia del arte bello como naturaleza. La tesis central de Ciro Palacios queda así dispuesta: el concepto de genio, en el sistema trascendental, permite a Kant colocar su estética a medio camino entre las estéticas del espectador (estéticas patéticas les diría yo, o páticas para liberarnos de las connotaciones de aquel término) y las del creador (estéticas poéticas). Entonces pues, interpretando a Ciro, el genio garantiza el balance de las dos caras de lo estético: la poética y la pática) (p. 245). Por cierto, aunque la semiótica de la comunicación sugiera poner al genio “del otro lado” de la obra de arte, en la posición del enunciador, y al gusto “de este lado”, en la del enunciatario, prefiero, al menos por ahora, sustraerme a esa tentación.

Ahora bien, en la perspectiva mítica, el tema del genio me ha llamado siempre la atención por la sencilla razón de que allí se concentra o condensa uno de los temas o motivos más característicos de la reflexión filosófica, a saber, el de la presencia de lo divino en lo humano (llamada, por algunos, “entusiasmo”). Esa presencia, según Cassirer en su Filosofía de las formas simbólicas, fue cambiando su sentido, desde las formas demoníacas originales hasta las significaciones más espirituales. Cassirer da cuenta de cómo Usener rastrea ese proceso guiándose del devenir semántico de los términos daímon y Genius. El demonio es primero expresión de un ‘dios momentáneo o especial’: cualquier contenido de la representación u objeto, con tal de que despierte y atraiga el interés mítico-religioso puede ser elevado al rango de un verdadero dios o demonio. Pero, luego, hay otro movimiento que transforma los demonios exteriores en demonios interiores. Así, los dioses del instante, o momentáneos, ocasionales, se convierten en seres y personajes del destino. Lo que constituye el demonio del hombre ya no es lo que a este le sucede sino lo que originalmente es. Desde que nace, al hombre le es dado su demonio, éste lo acompañará en la vida, guiará sus deseos y, hasta que muera, determinará sus actos. El desarrollo de esta concepción se expresa en el concepto itálico de Genius [En el Diccionario de Latín se lee, Genius: Divinidad particular de cada hombre que nacía y moría con él]. Tal como su nombre lo indica, se trata del auténtico ‘creador’ físico y espiritual del hombre. Origen y expresión de su peculiaridad personal. Entonces, todo lo que en sí posee una auténtica forma espiritual tiene Genius.

El Genius pertenece no solo al individuo, también a la familia, al Estado, al pueblo y, en general, a cualquier forma de comunidad humana. Esta concepción mítica, innata, subsiste, persiste, resiste, insiste en el pensamiento ilustrado, cuyo parangón es Kant. Porque, sin duda, en el concepto de genio se afirma un innatismo: mediante el genio la naturaleza da la regla al arte, en cuanto ha de ser arte bello (leit motif en la teoría kantiana). Esa afirmación de lo innato proviene, pues, del pensamiento mítico. Resuena el emblemático quiasmo de Horkheimer y Adorno: “La Ilustración es Mito. El Mito es Ilustración”.

[Cuando un refrán reza: “Genio y figura hasta la sepultura” o cuando se dice de alguien que “no puede con su genio”, se está aludiendo, por un lado, a la inmanencia y permanencia del genio a lo largo de toda la existencia de una persona; y, por otro lado, a su notable fuerza, al poder de su presencia alienante].[Por lo demás, se escucha decir, casi como lugar común que “el genio no nace, se hace”…¿Sí? ¿Nace o se hace?. ¿No será que se hace a punta de pasión, esfuerzo y trabajo? ¿No será, más bien, en la perspectiva de una ética “empirista”, de la experimentación, algo que se adquiere y se pule en la medida en que se prueba y se pone a prueba? Dejémoslo ahí, lo que nos interesa es que, sobre el concepto de genio, se proyecta una sombra de pensamiento mítico en la que residiría su adscripción a lo innato].

Mas allá de esa discusión, siempre posible, en el libro que estamos comentando partimos de una evidente restricción semántica:

“El talento de descubrir se llama genio. Pero este nombre se da solamente a un artista, o sea al que sabe hacer algo y no al que conoce y sabe mucho, y no se le da a un artista que solamente imita, sino al capaz de producir su obra de manera original y, en fin, se le da solo cuando su obra es magistral, esto es, cuando merece ser imitada como ejemplo” (Antropología, ò 57).

Éste es el significado de la definición que Kant da del genio en la Crítica del juicio, como el “talento (don natural) que da la regla al arte. Y ya que el talento, en cuanto es una facultad innata productora del artista, pertenece a la naturaleza, podría decirse que el genio es la innata disposición natural del ánimo (ingenium) mediante la cual la naturaleza da la regla al arte.” (Crítica del juicio, ò 45).

Entonces, las bellas artes son, necesariamente, artes del genio. Ya que el arte bello no puede inventarse a sí mismo la regla según la cual debe traer a la realidad su producto, y como sin regla un producto no puede ser denominado obra de arte, es la naturaleza misma la que tiene que dar en el sujeto – a través del acuerdo de las facultades del mismo – la regla al arte. O sea que el arte bello solo es posible como producto del genio. Pero, señala Ciro, “Kant manifiesta la posibilidad asignada al genio en la posibilidad no sólo del arte bello sino también en la posibilidad del juicio estético, lo cual marca una alternancia y reciprocidad de los conceptos de gusto y genio en su estética (…) Más aún, ante el gusto de carácter cambiante, el genio como principio trascendental para la belleza en el arte satisface mejor el requisito de invariabilidad al paso del tiempo”. (p. 244). Me pregunto, ¿no será que el gusto es más una cuestión de experiencia mientras el genio iría más allá de la experiencia, hacia lo espiritual? ¿Es acaso casual que se hable, a propósito del genio, de inspiración (spiritus), de chispa creadora? ¿O de esa inspiración como locura divina? (Platón en el Fedro, 244ª, sigs).

Como talento, el genio huye de toda regla, pero como creador de ejemplares se distingue de toda extravagancia. Es naturaleza porque no obra racionalmente, y es naturaleza que da regla al arte. Kant observa que, justo por estas últimas características, “la palabra genio ha sido derivada de Genius, que significa el espíritu propio de un hombre, el que le fue dado de nacimiento, el que lo protege, lo dirige y de cuya sugerencia provienen las ideas originales” (Crítica del juicio # 46). En efecto, si ese talento produce aquello para lo cual no puede darse regla determinada alguna, entonces ese talento es original (originalidad, primera propiedad del genio). Pero cuidado, lo absurdo también puede ser original; por lo tanto, los productos del genio deben ser a la vez modelos, es decir, productos ejemplares, parangones no surgidos mediante la imitación, sino sirviendo a otros como criterio o regla de enjuiciamiento. Por cierto, el genio no puede dar cuenta científica de cómo trae a la realidad su producto, se limita, pues, a dar la regla en tanto naturaleza. De ahí que la naturaleza, a través del genio, prescribe la regla al arte bello, y no a la ciencia.

Esa regla debe, entonces, ser abstraída del producto, en que otros podrán probar su talento, sirviéndose del producto como modelo, no para copiarlo, sino para seguirlo, como explica David Sobrevilla. Las ideas del artista despiertan ideas parecidas en sus discípulos, cuando la naturaleza ha provisto a estos de una proporción semejante de las facultades del ánimo. No puedo dejar de pensar, por ejemplo, en la relación Beethoven/Brahms, aunque este último no sea reconocido “oficialmente” como discípulo de aquel.

Hay que colegir, de todos modos, que la originalidad no basta, que el genio proporciona sólo el material para los productos del arte bello, por lo tanto, la elaboración de ese material y la forma que se le imponga, exige un talento formado en la escuela.

Kulenkampff detecta aquí una ambigüedad en el concepto de regla en la que no puedo detenerme. El caso es que Kant, para evitar dificultades, plantea una segunda teoría de la genialidad recurriendo al gusto. Éste, como la facultad de juzgar en general, sería la disciplina (o crianza) del genio: le corta las alas y lo hace decente, lo pule; pero, a la vez, le da una dirección, le señala un dominio, una extensión que le permita permanecer conforme a un fin, le da claridad, lo ordena, le da duración en el tiempo, reconocimiento universal. Así, si en la oposición de gusto y de genio, dentro de un producto, hay que sacrificar algo, debería ser en la parte correspondiente al genio.

El gusto, al adecuar los actos de producción humano a lo inteligible y al evitar así los excesos de una imaginación desbocada, termina dirigiendo al genio, pese a que antes Kant había sostenido que entra en actividad en el momento puramente pasivo y no productivo de la experiencia estética (ò 48). Kulenkampff cree ver aquí la destrucción, por el propio Kant, de su teoría originaria de la genialidad. Al separar la imaginación del entendimiento colocando a la primera bajo el dictado del gusto, se arruinaría lo valioso del planteamiento de la genialidad como la capacidad de una producción no sometida a reglas. De ahí que, según Kulenkampff, Kant se haya visto obligado a formular otra teoría del arte como expresión de las ideas estéticas, en la que da cabida al concepto de espíritu (como principio vivificante en el ánimo). (Que Ciro trata, explícitamente en dos oportunidades: pp. 212, 244).

Ya Kant había advertido el peligro inherente al uso del concepto de genio, que parece dispensar a algunos hombres del aprendizaje, de la investigación y de los deberes comunes, y se había planteado el problema de si los grandes genios contribuyen al progreso efectivo del hombre en forma más significativa que las “cabezas mecánicas” que se apoyan en el bastón de la experiencia (Antr., ò 58).

Volviendo a la metáfora de la tenaza, se impone una “retrolectura” que justifica así el despliegue de los capítulos intermedios. Así, en el capítulo II: ha tenido bastante sentido observar los contornos de la evolución de la Estética como disciplina: las categorías que marcaron diferentes tendencias, las convergencias que permitieron ir armando una Estética autónoma y sistemática en torno al problema de la objetividad del juicio sobre la obra de arte. También ha tenido mucho sentido, ya en el capítulo III, enfatizar las tesis de Kant sobre la capacidad de discernir, en especial, la que distingue –en su estructura y validez objetiva- el juicio reflexionante, del juicio teórico y del práctico.

[“Si lo universal (la regla, el principio, la ley) es dado, la facultad de juzgar, que subsume en ella lo particular (…), es determinante. Pero si sólo lo particular es dado, sobre lo cual la facultad de juzgar debe encontrar lo universal, entonces la facultad de juzgar es solamente reflexionante].

Ciro Palacios decide compenetrarse con los dos tipos de juicio reflexionante, aquel con finalidad, teleológico, y aquel otro, estético. En el primero, se hace como si la naturaleza tuviera finalidades y diseños ajustados a la razón humana; se busca la regla general en donde ha de subsumir al objeto al que se refiere. Se trata, pues, de la finalidad objetiva, característica de la crítica de la facultad de juzgar teleológica. Pero en los segundos, que son desinteresados y no presuponen fin alguno para el juicio, echa raíz la investigación de Ciro Palacios. Porque a pesar de que no tiene fin, la estética encuentra su principio en la finalidad, ya no objetiva, sino subjetiva, que es finalidad sin fin. Los juicios estéticos, reflexionantes también, no refieren entonces la representación al objeto, sino al sujeto totalmente y al sentimiento que esa representación provoca en el sujeto; no ponen en relación con concepto alguno. Esa finalidad subjetiva caracteriza entonces a la crítica de la facultad de juzgar estética. Allí, se despliegan las cuestiones de la belleza y de lo sublime, tópicos de la primera parte de la Crítica del juicio dedicada precisamente a la Estética. [La segunda, dedicada a la teleología dará un contorno teórico y ético indispensable para llevar adelante la ardua tarea de entender la compleja y, para algunos, misteriosa y oscura arquitectónica de esta, la última Crítica de Kant].

Se ha desbrozado, pues, la ruta hacia el sujeto de la estética trascendental y sus facultades (que son capacidades del espíritu): la facultad de conocer, el sentimiento de placer y displacer (o dolor) y la facultad de desear (o apetitiva). El sujeto, a partir de Kant, es el determinante de las condiciones de posibilidad para la estimación estética. Así, el sujeto y la contemplación estética van a fundamentar lo bello, y, por ende, el juicio de gusto. El gusto es, pues, sólo una facultad ligada al juicio, no una facultad productiva, y el hecho de que una obra esté conforme con él, no le imprime el carácter de obra de arte bello. Hay obras irreprochables en materia de gusto pero que, se dice, carecen de espíritu. Pensar, entonces, a profundidad, la cuestión del genio, es indagar por el espíritu del arte, o, en otros términos, por la presencia de lo divino en lo humano.

Para terminar, haré un contrapunto de la propuesta de Kant que Ciro nos ha presentado, con algunas pertinentes sugestiones de Paul Valéry en un pequeño artículo que titula “El infinito estético”. Señala que el poeta, el creador de arte, debe estar presto para arrancar a su espíritu y fijar sin tardanza el precioso accidente de su entusiasmo, antes de que ese mismo espíritu, arrebatado más allá de lo bello, lo recobre, lo disuelva y lo refunda en su combinatoria infinita.

Para justificar y dar un sentido preciso a esa combinatoria infinita basta recordar que en ese orden de cosas la satisfacción hace renacer la necesidad, la respuesta regenera la pregunta, la presencia engendra la ausencia, y la posesión el deseo.En el orden práctico alcanzar el fin hace que se desvanezcan las condiciones sensibles del acto (“si alguien tiene hambre, el hambre le hará hacer lo necesario para quedar anulado cuanto antes”, el conjunto de efectos tendencialmente finitos constituye el orden de las cosas prácticas). En el orden estético sucede todo lo contrario, en ese “universo de sensibilidad” la sensación y su espera son de algún modo recíprocas, se buscan una a otra indefinidamente tal como en el universo de los colores los complementarios se suceden y se permutan a partir de una fuerte impresión en la retina (“si a alguien el alimento le resulta delicioso, ese deleite querrá durar en él, querrá perpetuarse o renacer”).

El hambre nos apremia a acortar una sensación; el deleite a desarrollar otra distinta. Los sentidos nos inducen de tiempo en tiempo a demorarnos en las impresiones que nos causan, a conservarlas o renovarlas. Hay canciones, sabores o escenarios que no quisiéramos que terminen nunca). El conjunto de tales efectos, tendencialmente infinitos constituye el orden de lo estético. En ese infinito estético, creo yo, emerge el genio como espíritu que abre mundos de nuevas combinatorias.

Ahora bien, en la “obra de arte”, el orden de lo práctico y el de lo estético se combinan de manera peculiar. La “obra de arte” es resultado de una acción cuya meta finita es provocar en alguien desarrollos infinitos. De donde cabe deducir que el artista es un ser doble, pues combina las leyes y medios del mundo de la acción con miras a un efecto que es producir el universo de la resonancia sensible. Se han hecho cantidad de tentativas para reducir las dos tendencias a una de ellas. La Estética no tiene otro objeto. Pero el problema sigue intacto.

Un trabajo como el de Ciro, enhebrado en la compleja y oscura arquitectónica kantiana, apunta, pone la mira, entusiastamente, en esa problemática amalgama de libertad y naturaleza. He ahí su valor.
Gracias

viernes, febrero 15, 2008

Libro: La Palabra Vecina. Encuentro de escritores Perú - Ecuador

Texto que enriquece relaciones culturales entre ambos países


En el mes de septiembre de 2007, el Centro Cultural Inca Garcilaso de la Cancillería y la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI) organizaron La palabra vecina. Encuentro de Escritores Perú – Ecuador. En este foro participaron los poetas Mario Montalbetti, María Fernanda Espinosa, Rossella di Paolo y Fernando Balseca; los narradores Alonso Cueto, Javier Vásconez, Fernando Ampuero, Carlos Carrión, Oswaldo Reynoso y Raúl Pérez Torrres y los ensayistas Fidel Tubino y Alejandro Moreano.

El libro La palabra vecina reúne los doce textos preparados por esos escritores para dicha ocasión. Desde la sensibilidad y la perspicacia analítica de Rosella di Paolo hasta el registro humorístico de Carlos Carrión, desde el testimonio vital de Raúl Pérez Torres hasta las exquisitas indagaciones sobre el lenguaje poético de Montalbetti, la heterogeneidad y riqueza de los textos está asegurada. Cueto, Reynoso y Ampuero eligieron la crónica para formalizar su experiencia en tierras ecuatorianas, Vásconez realizó un profundo interrogatorio sobre el sentido de su obra narrativa, Balseca y María Fernanda Espinosa escribieron sobre la pertinencia de la poesía, las patrias encontradas y las demandas de una poesía política en el mundo contemporáneo.

Finalmente, los dos ensayistas reflexionaron sobre los meandros de la identidad y los desfases entre el campo cultural indigenista y los movimientos sociales de reivindicación étnica.

La antigua historia sociocultural de Perú y Ecuador está profundamente entrelazada. Pertenecemos a una zona geográfica marcada por los Andes, el Pacífico y la selva; tenemos filiaciones con las culturas originarias andinas; la lengua quechua ha sobrevivido y preservado sus cantos y sueños en ambos territorios; el barroco virreinal ha modelado nuestra pasión por la fiesta popular y las representaciones codificadas; los héroes republicanos se mezclan en la vorágine de la utopía libertaria; las poblaciones criollas, indígenas, mestizas y afrodescendientes nos han convertido en sociedades multiculturales, y somos paraísos de la biodiversidad.

La Palabra Vecina. Encuentro de escritores Perú- Ecuador celebra nuestras conjunciones, y ofrece un panorama de la literatura de ambos países en pos de la creación de un nuevo espacio de reconocimiento y fraternidad cultural.

El texto ha sido publicado conjuntamente por el Centro Cultural Inca Garcilaso de la Cancillería, la OEI y el Fondo Editorial de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos.

La República, 30 de enero 2008 http://www.larepublica.com.pe/content/view/212159/

martes, febrero 12, 2008

Tres grandes lanzamientos editoriales...

¡Nueva publicación! La palabra vecina. Encuentro de Escritores Perú Ecuador.
Poesía hispánica, norteamericana y contemporánea Vapor Transatlántico.Nuevos acercamientos a la poesía hispánica y norteamericana contemporáneas de Miguel Ángel Zapata.
El Peruano entrevistó a... Carlos Eduardo Zavaleta y su reciente novela Con Boleto de Vuelta.

lunes, febrero 11, 2008

X Aniversario de nuestro Fondo Editorial

Un fondo con presencia
(El Peruano, 8 de febrero 2008)
Por Giancarlo Stagnaro
Periodista

Una grata noticia para los amantes del libro y el conocimiento. El Fondo Editorial de la UNMSM celebra su primera década desde que se constituyó como centro de producción autosostenido y albacea del sello editorial de la universidad.

Desde entonces, y sobre todo a partir de la gestión del filósofo José Carlos Ballón que se inició en 2002, este fondo editorial se ha convertido en uno de los más activos y productivos del Perú en los últimos años.

En cierto modo, uno de los éxitos más notorios del fondo editorial son las coediciones. Distintas entidades privadas y universitarias, tanto del Perú como del extranjero, en alianza con el fondo editorial, han logrado potenciar una interesante línea de trabajo. La ciencia, la tecnología, la educación y las humanidades en general –con valiosos rescates bibliográficos incluidos– han recibido un buen tratamiento en las publicaciones sanmarquinas.

La UNMSM no es sólo reconocida por su prestigio y tradición, sino que en los últimos años viene ocupando un sitial más relevante, gracias a las publicaciones de su fondo editorial. Quizás el logro más visible de San Marcos en los últimos años junto con la restauración de la casona.

El año que pasó ha marcado un hito en la producción de libros del fondo: un promedio de tres por mes. Esto, en un país con los problemas editoriales como el nuestro, es todo un acierto. Los gestores del fondo prometen elevar el promedio de publicaciones este año y acrecentar su presencia y visibilidad en mercados fuera del Perú. Congratulaciones y que así sea.

Los diez años del Fondo Editorial UNMSM
La Universidad es lo que publica

(Revista San Marcos al Día Nº 158)

Por Hugo Hidalgo Tello

El 9 de febrero se cumplieron 10 años de creación del Fondo Editorial de San Marcos; una década en la cual ha salido a la luz un total de 239 títulos.

La universidad, como institución gestora de conocimiento, tiene que producir y hacer visible lo que produce, sino, no existe”, señaló el director del Fondo Editorial UNMSM, José Carlos Ballón Vargas.

Por ello, San Marcos, referente de la educación superior en Latinoamérica, creó el Centro de Producción Fondo Editorial para fomentar la publicación de investigaciones científicas, académicas y culturales, y crear su propio sello editorial que enarbola el lema “La universidad es lo que publica”.

Publicar en una universidad es una tarea titánica, sostuvo el docente de Letras y lamentó que no exista interés de la clase política por la cultura, porque se cree que “no es un negocio rentable”; y al no poder contar con el apoyo económico del Estado para propiciar nuevas publicaciones, se tiene que buscar fuentes de financiamiento externas, como por ejemplo, auspicios de instituciones privadas, nacionales o extranjeras.

El Fondo Editorial es un importante eslabón de la cadena productora de conocimientos. “Hacemos libros de investigación que generen la creación de nuevos conocimientos en el campo académico nacional e internacional”, manifestó el profesor Ballón, tras destacar que en el Perú los textos son adquiridos por un millón y medio de personas, entre estudiantes y docentes universitarios.

Al indicar que el Fondo produce desde clásicos hasta archivos históricos, mencionó que el interés es que las publicaciones salgan al exterior y se hagan conocidas las investigaciones sanmarquinas, como se puede apreciar en su blog donde los visitantes son de lugares remotos, como Vietnam. Por ello, las publicaciones sanmarquinas también se ofertan a través de las páginas web Google Books y AbeBooks.


Marca de garantía

La difusión internacional de los textos se debe en gran medida a las buenas relaciones con los egresados, quienes facilitan el ingreso a mercados como Estados Unidos y Europa, explicó el jefe del Fondo. “San Marcos es una marca de garantía y gracias a la venta en esas latitudes, costeamos a un menor precio en el mercado nacional”, subrayó.

Desde su primera publicación En torno a la naturaleza, sociedad y cultura (1998), del doctor Emilio Barrantes Revoredo, el Fondo Editorial UNMSM ha producido 239 libros, los cuales se distribuyen en las principales librerías y en las universidades integrantes de la Fundación del Libro Universitario - LIBUN, sistema de distribución y venta de libros en el ámbito universitario nacional.

Destacados
Cada vez es más intensa la participación de San Marcos en encuentros editoriales internacionales, como la Feria de Barcelona, España, en la cual el 2007 presentó El libro de las Transformaciones, de Isaac Goldemberg. Ese mismo año, el Fondo recibió el Premio Ricardo Palma de la Universidad del mismo nombre, por su labor destacada en la producción editorial.

El mes de mayo de este año se realizará el lanzamiento de la edición internacional de Historia Natural y Moral de las Indias, obra monumental del jesuita y antropólogo español, José de Acosta, en un tiraje especial de 400 ejemplares. Asimismo, se publicará Diez años de la producción científica en San Marcos.

viernes, febrero 08, 2008

¡Nueva publicación!

Encuentro de escritores
Perú-Ecuador
La palabra vecina
(183 páginas) S/. 25.00

Una coedición con
Centro Cultural Inca Garcilaso del Ministerio de Relaciones Exteriores del Perú

Organización de Estados Iberoamericanos - OEI

Las dos instituciones coeditoras de esta publicación, organizaron «La palabra vecina. Encuentro de escritores Perú-Ecuador» en la ciudad de Lima entre el 4 y el 13 de septiembre de 2007. En este foro participaron los poetas Mario Montalbetti, María Fernanda Espinosa, Rossella di Paolo y Fernando Balseca; los narradores Alonso Cueto, Javier Vásconez, Fernando Ampuero, Carlos Carrión, Oswaldo Reynoso y Raúl Pérez Torres; y los ensayistas Fidel Tubino y Alejandro Moreano.

Este libro reúne los doce textos preparados por estos escritores para dicha ocasión.

Contenido:

  • Líneas imaginarias y cortantes. (Una lectura de la novela Azulinaciones, de Natasha Salguero); por Rossella di Paolo
  • Las patrias encontradas; por Fernando Balseca
  • Encuentro en Guayaquil; por Oswaldo Reynoso
  • Breves apuntes sobre la literatura ecuatoriana; por Raúl Pérez Torres
  • El laberinto de las aporías; por Fidel Tubino
  • Entre la permanencia y el éxodo; por Alejandro Moreano
  • La antigua claridad de Quito; por Alonso Cueto
  • Nuevo interrogatorio; por Javier Vásconez
  • Por lengua o por anécdota (fragmentos peruano-ecuatorianos); por Mario Montalbetti
  • Mientras las musas duermen; por María Fernanda Espinosa
  • Galápagos; por Fernando Ampuero
  • Animales de palabras: la narrativa peruana y yo;por Carlos Carrión
  • Datos sobre los autores

martes, febrero 05, 2008

Nuevo punto de venta en la Biblioteca Central

Venta de libros
a precios sanmarquinos!!!

Nuestro Fondo Editorial inauguró recientemente el nuevo punto de venta de libros en el 1er nivel de la Biblioteca Central Pedro Zulen.

Con esta iniciativa se pone a disposición de los estudiantes, docentes, investigadores y público en general, el catálogo completo de los libros publicados con el Sello Editorial de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos.

Visítennos:

Estamos en el 1er piso de la Biblioteca Central de la UNMSM (Av. Germán Amézaga S/N, Ciudad Universitaria)
Pedidos Telefónicos: 6197000 anexos 7530 / 7534
Pedidos on line: fondoedit@unmsm.edu.pe

Envíos: Nacionales e internacionales.