martes, setiembre 23, 2008

Nuevo lanzamiento editorial...

CIEN AÑOS DE CONTRAHEGEMONÍA
Transculturación y heterogeneidad

Song I. No
256 páginas, 300 g.
S/. 45.00

Los estudios culturales y la investigación de las expresiones populares emergen como una nueva posibilidad para establecer una «democracia participativa», al cuestionar los términos y conceptos tradicionales impuestos por las grandes narrativas de la modernidad occidental. En su resistencia a la creciente hegemonía del capitalismo global y transnacional, los latinoamericanistas reformulan los discursos tradicionales apropiándose de los rasgos posmodernos. Dentro de este esquema, resulta necesario desarrollar una teoría de la cultura latinoamericana que valorice y reconozca debidamente sus propios legados, los cuales han caído víctimas de (pre) juicios basados en códigos pertenecientes a un corpus ajeno: el discurso hegemónico occidental.

El objetivo de este libro radica, así, en un análisis escrupuloso de los planteamientos primordiales contrahegemónicos de los últimos cien años: las introversiones de la cultura latinoamericana cuidadosamente estudiadas por el cubano Fernando Ortiz, el uruguayo Ángel Rama y el peruano Antonio Cornejo Polar. A pesar e que existe un gran número de destacadas figuras en el campo de los estudios culturales, los tres ilustres mencionados sobresalen por sus estrechos vínculos conlos conceptos de transculturación y heterogeneidad.


EL AUTOR
Song I. No es profesor de Literatura hispanoamericana en la Universidad de Purdue de West Lafayette, Indiana. Obtuvo su Doctorado en la Universidad de California, Berkeley en 1997. Ha acumulado una variedad de publicaciones en revistas especializadas de Estados Unidos y América Latina. Para mencionar algunas: «La heterogeneidad suturada: Titu Cusi Yupanqui» en la Revista de crítica literaria latinoamericana y «Teaching De unico vocationis modo: The Maternal Discourse of Bartolomé de las Casas» en Approaches to Teaching Las Casas de la colección del MLA. Además, ha sido invitado a numerosas conferencias nacionales e internacionales como en University of Toronto, University of Notre Dame, Universidad San Francisco de Quito, etc. Gracias a varias becas, en especial la NEH de 2007, Song No expande sus investigaciones en el campo de la literatura brasileña, publicando artículos sobre los autores coloniales de Brasil.

lunes, setiembre 22, 2008

Exitosa presentación de "Más allá de los encantos..."

(24/09/2008) En el Instituto Raúl Porras Barrenechea se llevó a cabo la ceremonia de presentación del libro: Más allá de los encantos. Documentos sobre extirpación de idolatrías. Trujillo (siglos XVIII-XX) de Laura Larco.

Los comentarios estuvieron a cargo del Antropólogo Luis Millones Santagadea y José Carlos Ballón Vargas, director del Fondo Editorial de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos.

PRÓLOGO DEL LIBRO
Por Luis Millones

La construcción del discurso histórico peruano ha girado entre dos ciudades paradigmáticas: Cuzco y Lima. Esta característica, si bien da mayor vigor al diálogoo la ausencia de él, entre españoles o criollos e indígenas, termina por oscurecer, aún más, la falta de protagonismo de las sociedades del norte del Perú. Lo que nos aleja de una realidad histórica, arqueológica y antropológica cuya vigencia es indispensable para completar el complejo cuadro de la sociedad peruana.

En cierta forma, dicha carencia la hemos heredado de los prejuicios de los primeros cronistas. Si eran españoles, escribieron deslumbrados por la arquitectura del Cuzco, o por los caminos y los tambos reales con los que fueron tropezando desde el infortunado encuentro de Cajamarca hasta la capital incaica. Tampoco los cronistas indígenas o mestizos contribuyeron a dar una imagen diferente. La larga vigencia de los Comentarios reales contribuyó a la idea de un estado benefactor y uniforme, donde las divergencias con el Hijo del Sol eran pocas y se castigaban de inmediato.

Los incas, al ser interrogados por los europeos, en general obviaron a las sociedades complejas de la costa, dejando sin mayor explicación los monumentales restos de Chan Chan o las pirámides de Túcume o las del Sol y la Luna. Ello a pesar de que no había pasado mucho tiempo desde que las tropas de los cuzqueños y sus aliados lograran derrotar a los guerreros de Chimor o Chimú. El último de sus monarcas no había podido evitar que su heredero fuera llevado al Cuzco para ser educado como noble subordinado a las órdenes del Inca. El estado norteño fue dividido y se le impuso gobernantes fieles al imperio del Sol, usando el sistema de traslado de gentes de otras regiones para debilitar cualquier intento de rehacer sus fuerzas.

A pesar de que el empleo de migraciones forzadas que venían a tierras recién conquistadas, o de pueblos a los que trasladaban a territorios ya pacificados, era un esquema conocido, hacerlo en la costa norteña era de una necesidad perentoria. En primer lugar, porque la identidad de las gentes de Chimor tenía una antigüedad sólida. El reino Chimú era el heredero de la sociedad mochica, que se desarrolló en la zona norteña (de Piura hasta a la costa de Áncash) entre los siglos que van de 200 d. C. a 700 d. C. Luego de un período de influencia serrana —que se caracterizó por mostrar elementos del Estado Huari—, al resurgir como organización política autónoma, recuperó los espacios mochicas y logró extenderse hacia la inmediata región de los Andes occidentales y valles intermedios.

La destrucción de Chimor o Chimú no fue sólo una nueva conquista incaica. En verdad, se trata de antagonismos muy marcados, que incluso hoy no se borran entre gentes de la costa y pobladores serranos. Si se reflexiona sobre los paisajes familiares a unos y otros, es fácil darse cuenta que la presencia del mar y del desierto crean resonancias en la personalidad y cultura bastante diferentes a quienes viven rodeados de cumbres elevadas, valles profundos y lagunas de altura. El Estado incaico construye su grandeza a partir del control de territorios cada vez más extensos, sobre la base probable de Huari, que pudo ser el primer experimento imperial de la sierra peruana, con algunas zonas de la costa incorporadas, aunque no sabemos bien la manera en que se hicieron tales anexiones.

Los incas pactan o invaden o hacen alianzas para controlar recursos y sobre todo mano de obra disponible para continuar su expansión. Debieron tener un sistema de comunicaciones muy efectivo, del que ahora sólo nos quedan los indescifrables quipus, pero que podía ser funcional a los siete millones de habitantes, a pesar de las muchas lenguas que hablaban, y que los gobernantes no podían haber dominado en su totalidad.

El Estado Chimú se asentó en territorios que le eran culturalmente afines y sugieremás bien la construcción de una entidad política hegemónica con una estructura jerárquica muy rígida, aunque la apertura al océano les iba abriendo espacios cada vez más amplios, especialmente hacia el Norte donde el comercio o intercambio de productos de aguas cálidas era una tradición que tenía más de mil años.

Si se busca en sus raíces más primitivas, es conocido que los alucinógenos han jugado un papel muy importante en el nacimiento de las religiones. Tampoco en eso coincidieron los incas y los de Chimor. La costa norteña es notable por el uso de San Pedro, cactus que cortado en rodajas y cocido produce unos jugos que suscitan las visiones que son interpretadas como encuentros con la divinidad. En la sierra central, sureña y en Bolivia (incluso en la costa de Chile) el psicodélico en uso fue la semilla del árbol de la wilca, que se molía para luego ser inhalada o bebida.

La práctica es cotidiana y goza de total aceptación en el caso del San Pedro. La wilka ya no se consume, aunque todavía se emplea como una de las ofrendas a los cerros o apus, que son la expresión visible de la divinidad en la sierra peruana. No tenemos la fecha en que perdió su uso como alucinógeno, las últimas noticias certeras de tales prácticas son del siglo XVIII.

Gracias al Archivo Arzobispal de Lima tenemos el registro de las prácticas condenadas por la Iglesia católica, que en el norte del Perú comenzaron con los casi míticos viajes doctrinales de Santo Toribio de Mogrovejo, que murió en plena tarea de evangelización en el pueblo de Saña (Lambayeque). Pero las campañas de extirpación de las llamadas idolatrías tuvieron otros destinos, especialmente la sierra de lo que hoy es el departamento de Lima. Los remanentes de las religiones norteñas y los productos múltiples del mestizaje en el antiguo territorio mochica,se conocen por inferencias de los monumentos prehispánicos y templos cristianos, y sobre todo por una formidable tradición oral. Pero hasta la presente publicación no teníamos el testimonio escrito que se sume a lo que conocemos sobre Lima, Junín, Arequipa y Ayacucho, aunque en estos últimos tres casos se trata de materiales aislados, o en grupos documentales pequeños, como parte de las investigaciones particulares.

Las religiones indígenas, durante el período colonial y los primeros tiempos republicanos, han sido un tema de estudio bastante recorrido. La bibliografía es extensa y permite volver sobre el problema de la poca atención que tiene la historia de la costa norteña.

Poder leer los expedientes de idolatrías de la región, contenidos en el Archivo del Obispado de Trujillo, permitirá unir los testimonios monumentales con la palabra viva que da su versión del mundo sobrenatural. En adelante podremos fechar y ubicaren el espacio el uso del San Pedro, medir su continuidad y observar sus cambios. Nos acercaremos con perspectiva histórica a la práctica del curanderismo, cuyos cultores hoy reclaman ser descendientes de los sacerdotes mochicas y, como prueba de ello, tienen en sus «mesas» o altares, ceramios de ese período, al lado de cráneos, crucifijos e imágenes católicas. Son ellos los que dirigen las sesiones en las que se consume el cactus sagrado, y conforman parte de una memoria colectiva a la que debemos contraponer los datos documentales.

La posibilidad de hacerlo se la debemos a la doctora Laura Larco, su enorme paciencia en sacar a luz y transcribir los materiales de este libro, su voluntad de publicarlos en el Perú —no obstante su residencia en Estados Unidos— merecen nuestro reconocimiento. Quedamos a la espera de sus trabajos todavía inéditos, y felicitamos el total empeño puesto en una obra que todos necesitamos.

Detalles del libro en este enlace: ÚLTIMA PUBLICACIÓN...

miércoles, setiembre 17, 2008

Se presentó interesante libro sobre Plateros Indígenas

(22/09/2008) En las instalaciones de la Biblioteca de San Isidro, el Rector de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos Luis Izquierdo Vásquez y el Director Gerente General de la Compañía de Minas Buenaventura Ing. Roque Benavides Ganoza presentaron oficialmente el libro Plateros indígenas en el Virreinato del Perú: Siglos XVI y XVII de la arqueóloga Luisa María Vetter Parodi, quien realizó sus estudios de postgrado en Arqueometría en la UNMSM.

La mesa estuvo compuesta por destacados representates del mundo académico y empresarial, entre ellos la Dra. Carmen Salazar-Soler (CNRS-Francia), la Arqueóloga Paloma Carcedo de Mufarech (PUCP) y el Historiador Cristóbal Aljovín de Losada (UNMSM).

COMENTARIO DEL LIBRO

Aquí presentamos un resumen de la excelente disertación que realizó la Dra. Carmen Salazar-Soler, conocida investigadora del Centro Nacional de Investigaciones Científicas de Francia.

Esta importante obra llena un vacío en la historiografía colonial latinoamericana y brinda un material importante para comprender los procesos sociales puestos en marcha con la colonización.

Como el lector podrá apreciar, el propósito del trabajo presentado por Luisa Vetter es el análisis del papel del platero indígena durante la época colonial temprana a partir del caso de los orfebres de Lima y Trujillo.

La autora ha enfocado el tema desde el aspecto tecnológico sin descuidar por tanto los aspectos socio-culturales. Es así que se pregunta cómo el platero indígena se adaptó a este nuevo periodo donde los gustos fueron cambiando, las transacciones eran otras y la forma de obtener el mineral de plata fue distinta a la precolombina, y sobre todo si las nuevas técnicas que llegaron al Perú traídas por los plateros europeos influenciaron, se mezclaron con las técnicas indígenas o inspiraron a los plateros locales. Así, se pregunta por los cambios ocurridos en la posición social de los plateros durante los primeros años de la colonia y a nivel de historia de las técnicas, se interroga sobre las continuidades, la adopción por los plateros indígenas de técnicas españolas u occidentales, o por la combinación de técnicas.

La obra está compuesta de cuatro capítulos muy bien articulados entre sí. Para poder analizar los cambios sufridos por los plateros indígenas y su producción durante los primeros tiempos coloniales, tema central de esta obra, era imprescindible conocer la época anterior, es por ello que Luisa Vetter presenta un primer capítulo consagrado al estudio de la metalurgia en la época precolombina.

En este capítulo se estudia toda la cadena productiva metalífera; es decir, desde el proceso de extracción de los minerales hasta la fabricación final de la pieza. De esta manera Vetter trata de la explotación de los yacimientos minerales, pero también de la metalurgia química, de los hornos de fundición, aleaciones, orfebrería; dedicando su atención desde este capítulo inicial a las técnicas de manufactura así como también a las técnicas decorativas. Es digno de destacar, un material arqueológico nuevo que proviene en algunos casos de la investigación de la propia autora y en otros de excavaciones recientes de arqueólogos peruanos y extranjeros y que echan luces sobre los diferentes procesos productivos metalíferos durante la época prehispánica.

En el segundo capítulo la autora propone una síntesis inteligente y completa de la minería y metalurgia de los primeros tiempos coloniales, poniendo especial énfasis en las técnicas, sin descuidar los aspectos sociales y culturales. Se hace un repaso de las tecnologías indígena y europea y se muestra cómo en algunos casos la primera se impone a la segunda.

En el tercer capítulo, central desde el punto de vista del tema propuesto, Luisa Vetter presenta los resultados de una investigación sobre la condición social y el papel que cumplían los plateros indígenas a principios de la Colonia (siglos XVI y XVII) comparándola con la de los plateros europeos, criollos y mestizos. Este capítulo reúne información de primera mano resultado de un trabajo exhaustivo en diferentes Archivos de Lima (Archivo General de la Nación, Archivo de la Beneficencia Pública de Lima, Archivo Arzobispal de Lima, Archivo del Cabildo Metropolitano de Lima (Catedral de Lima) y Archivo Histórico de la Municipalidad de Lima) y de La Libertad (Archivo Regional).

En este capítulo Vetter presenta información sobre los aspectos sociales de los plateros en los primeros años de la colonia; nos brinda una lista de los plateros que ejercían en Lima y Trujillo durante los siglos XVI y XVII elaborada a partir de los documentos de archivo consultados así como de la bibliografía revisada. Esta lista permite a la autora establecer las continuidades y los cambios acaecidos en el tránsito a la época colonial. A partir del análisis de la lista Luisa Vetter se plantea una serie de preguntas, como por ejemplo, sobre el lugar de origen y una especialización que permitiría pensar en una continuidad con la época incaica, sobre la existencia de familias de plateros y por ende sobre los mecanismos de transmisión del oficio, sobre la relación entre la movilidad de los plateros y los centros de acopio de los metales así como los nuevos centros de demanda de objetos metálicos.

También se nos da cuenta de la organización social y laboral de estos plateros : Ordenanzas, impuestos pagados, y jerarquía en el trabajo. La organización en cofradías tanto de los plateros indígenas como de los europeos es igualmente estudiada. Se privilegia en este capítulo la problemática tecnológica y en particular la del intercambio de tecnologías y de diseños. La autora presenta por ejemplo, listados de las herramientas utilizadas por los plateros coloniales, extraídos de los documentos de archivo consultados, y establece una comparación no sólo entre plateros indígenas y europeos establecidos en el virreinato del Perú sino también con aquellos maestros de la Península.

El último capítulo está consagrado a análisis arqueométricos realizados a piezas de plata procedentes del siglo XVI y XVII para el estudio de la microestructura y su comparación entre el periodo prehispánico y colonial temprano. Con este fin se eligieron dos colecciones de piezas de metal, una pertenece a piezas arqueológicas procedentes de una excavación arqueológica, lo que brinda un 100% de seguridad de procedencia, y la otra a piezas de una reconocida colección privada. A pesar de tratarse de una tema especializado, la autora tiene cuidado de explicar al inicio del capítulo en qué consiste la técnica y a través de una discusión al final del mismo, no sólo nos presenta los resultados de estos análisis sino que nos permite comprender la articulación de este capítulo arqueométrico con el resto del trabajo y sobre todo tomar consciencia de la pertinencia de un estudio pluridisciplinario.

El libro finaliza con la presentación de algunas reflexiones que aunque breves, sintetizan los resultados de la investigación y los análisis llevados a cabo durante varios años.

Un acertado glosario viene a cerrar este trabajo de investigación; dividido por capítulos éste brinda a los lectores no especializados el acceso a un vocabulario necesario para la comprensión del texto.

Permítaseme ahora destacar brevemente algunos aspectos que a mi parecer son fundamentales en este trabajo.

Para empezar, el tema propuesto me parece de sumo interés; pues no sólo se conoce muy poco sobre la actividad de los plateros durante los primeros tiempos de la colonia, como lo muestra la bibliografía que Vetter ha revisado y presentado, sino que además y sobre todo el eje de este trabajo de investigación plantea en el fondo, y a través de un caso concreto, reflexionar sobre cuestiones fundamentales para la comprensión de la dinámica colonial. En efecto, la autora se interroga sobre los cambios y continuidades sufridos por los plateros indígenas durante los primeros tiempos de la colonia. A través de esta interrogación se tocan cuestiones fundamentales del proceso colonial: mestizaje, hibridación, adaptación, yuxtaposición, invención, reinvención de técnicas, y el intercambio y circulación de ideas y objetos de metal a inicios de la colonización.

Aquí quiero hacer hincapié una vez más en una cuestión fundamental: este trabajo tiene el mérito de estar basado en el análisis del encuentro entre culturas diferentes desde un aspecto concreto. Es muy fácil y rápido hablar de mestizaje, es más difícil hacerlo a partir de un aspecto concreto y más aún hacer una reflexión a partir de la cultura material, de la técnicas, problemática o aspecto tan abandonado o descuidado por los estudiosos de la historia colonial temprana y de la etnohistoria.

Este trabajo tiene además otro mérito, el de tratarse de una reflexión inscrita en la larga duración; a mi entender la única manera de comprender los cambios y las permanencias. Señalarlo puede parecer una banalidad, lo es menos cuando constatamos la casi ausencia de trabajos con esta profundidad histórica.

La investigación del tema escogido ha implicado un trabajo académico pluridisciplinario. Es decir, que a la investigación histórica se ha asociado un trabajo en arqueología, arqueometalurgia y metalurgia. Esta pluridisciplinariedad se traduce a nivel de la metodología propuesta a lo largo de la pesquisa: recopilación y análisis de documentos de diferentes archivos de Lima, La Libertad y Piura; revisión de la historiografía y referencias bibliográficas en arqueología, estudio de excavaciones arqueológicas y análisis arqueometalúrgicos (análisis químicos, metalográficos y radiografías).

Finalmente quisiera señalar que a través del presente libro se pone a disposición de la comunidad académica un material de primera mano consistente en la presentación y transcripción de una serie de documentos de archivo (ver anexos), análisis arqueometalúrgicos de piezas de metal y un conjunto de fotos que no sólo ilustran de manera agradable el texto sino que contribuyen de manera importante a la comprensión del contenido del trabajo presentado.

En resumen, Luisa Vetter trata en este libro de manera inteligente y pertinente un tema de gran interés no sólo para aquellos preocupados por la historia de las técnicas y de la metalurgia sino para los estudiosos de la historia material, social y cultural del Perú, además de llenar un vacío en la historiografía colonial latinoamericana. No me queda sino invitar al lector a recorrer sus páginas y estoy segura que encontrarán el mismo interés y el mismo placer que yo experimenté al leerlo.

Detalles del libro en este enlace: Nueva Publicación:

lunes, setiembre 15, 2008

ÚLTIMA PUBLICACIÓN...

Más allá de los encantos

Documentos sobre extirpación de idolatrías
Trujillo (siglos XVIII-XX)
Laura Larco
402 páginas, 580 g.
S/. 50.00

Si se busca en sus raíces más primitivas, es conocido que los alucinógenos han jugado un papel muy importante en el nacimiento de las religiones. Las religiones indígenas, durante el período colonial y los primeros tiempos republicanos, han sido un tema de estudio bastante recorrido.

No obstante, la historia de la costa norteña tiene poca atención. Poder leer los expedientes de idolatrías de la región, contenidos en el Archivo del Obispado de Trujillo, permitirá unir los testimonios monumentales con la palabra viva que da su versión del mundo sobrenatural. La posibilidad de hacerlo se la debemos al paciente trabajo de la doctora Laura Larco, quien nos permite acercarnos con perspectiva histórica a la práctica del curanderismo, cuyos cultores hoy reclaman ser descendientes de los sacerdotes mochicas y, como prueba de ello, tienen en sus «mesas» o altares, ceramios de ese período, al lado de cráneos, crucifijos e imágenes católicas.


Son ellos los que dirigen las sesiones en las que se consume el cactus sagrado, y conforman parte de una memoria colectiva a la que debemos contraponer los datos documentales.


Laura Larco inició sus estudios en música en los Conservatorios de Trujillo y Lima, recibiendo el bachillerato en Composición musical de la Universidad de Maryland. Continuó sus estudios en antropología y etnomusicología, enfocándose en la conexión entre música, cultura y sociedad. Recibió el grado doctoral por la Universidad de Maryland en 1996. Su interés principal es la región andina y ha realizado trabajos de investigación sobre ritual y música en el norte del Perú.

La doctora Larco ha sido profesora visitante en la Universidad Nacional de Trujillo y las Universidades de Maryland y George Washington. Ha trabajado cinco años como curadora e investigadora en el Archivo Nacional de Antropología del Museo de Historia Natural de la Smithsonian Institution, y como etnomusicóloga en el Museo Nacional del Indio Americano.

Enlace: http://www.diariolaprimeraperu.com/online/noticia.php?IDnoticia=26824

jueves, setiembre 11, 2008

Se presentó Choquequirao...

El pasado 11 de setiembre, a las 7:00 pm, en el Instituto Raúl Porras Barrenechea, los representantes de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, el Consejo de Seguimiento Fondo Perú-Francia. Conversión de deuda para el desarrollo duradero y el Instituto Francés de Estudios Andinos presentaron el libro:

Símbolo de la resistencia andina
Historia, antropología y lingüística

La mesa de este acto académico estuvo compuesta por el Sr. Patrice Lecoq (Arqueólogo francés de la Universidad de París), Jazmín López (UNMSM), Frank Técourt (Primer Consejero y Encargado de negocios de la Embajada de Francia en el Perú), Mario Meza (Autor-UNMSM) y Manuel Burga (UNMSM), personalidades que comentaron las acciones científicas y el proceso de la puesta en valor de este impresionante sitio arqueológico.

Mario Meza abrió la rueda de comentarios y expresó que “con el estudio plasmado en el libro tenemos un marco de referencia elemental e importante para identificarnos, conocer y comprender a Choquequirao en todas sus dimensiones. Podemos sentirnos conectados con el pasado y con todos los vestigios incas de las sociedades andinas que durante mucho tiempo desaparecieron de nuestra memoria histórica".

Yazmín López resaltó la labor del proceso de investigación que se inició a partir de un desconocimiento de un objeto que está cargado de historia y saberes. Destacó el esfuerzo de incorporar Choquequirao a la historia nacional como parte de la reconquista de nuestra propia memoria, la reapropiación de los lugares que son íconos materiales de esta memoria, para reconstruir vínculos a través de espacios simbólicos de integración y recreación de nuestras diferencias e identidades.

Asimismo, manifestó que “para repensar la modernidad del Perú dentro de la dinámica de la globalización, es importante la recuperación de la cultura y las memorias antiguas de nuestro país, la continuidad entre el hombre, la naturaleza y su historia”. Señaló que “nos encontramos en medio de una dinámica que pasó del ocultamiento a la reconstrucción, la apropiación y la conquista de las ciudades perdidas y desaparecidas. Un libro como Choquequirao hace hablar a esta enorme construcción incaica”.

Patrice Lecoq, habló de la arquitectura y las ilustraciones del libro y realizó algunas descripciones sobre la geografía y acceso a esta parte del Cuzco. Se refirió a Machu Picchu y Choququirao como dos lugares emblemáticos de la cultura peruana, dos sitios sagrados de rituales que hoy son parte importante de nuestro patrimonio cultural.

Finalmente Manuel Burga agradeció los esfuerzos de colaboración interinstitucional para la publicación de este libro y para la ejecución de diversos proyectos de restauración e investigación arqueológica. Reveló que “fueron doce meses de estudio y trabajo de campo que hicieron posible que la cultura andina sea puesta en escena otra vez luego de estar por muchos años en la clandestinidad”. Agregó que “la Universidad pública está cumpliendo su labor con la construcción de esos puentes imaginarios con el pasado”. Terminó su comentario diciendo que “la globalización nos ayuda a ser diferentes y únicos en el mercado cultural universal”.