lunes, marzo 31, 2008

El genio artístico

Entrevista
Conversamos con el autor del interesante libro “El genio. Principio trascendental en la estética de Kant” (Fondo Editorial UNMSM).
Tomacini Sinche
Diario Expreso 30/03/2008


–¿Por qué un filósofo como Immanuel Kant es importante para el arte?
Tengo dos razones para considerar a Kant como un filósofo importante para el arte. En primer lugar porque elevó a la teoría estética a un nivel trascendental integrándola en su nuevo sistema epistemológico que trabajó en su primera “Crítica…”. Con la noción de genio y el concepto de ideas estéticas de su tercera “Crítica…” realizó el primer intento en la historia del pensamiento estético de explicar la producción artística en función de creatividad, innovación y creación, diferenciando al arte de la naturaleza, de la ciencia y del oficio y llamando solo arte a la producción por medio de la libertad, bajo una voluntad que pone razón en la base de sus acciones. Dice que aunque se conozcan todos los pasos en el nivel racional no es suficiente para llegar a la realización del arte, porque esta actividad involucra un tipo de habilidad práctica distinta de una mera comprensión de algo que podría ser enseñado a través de conceptos, por lo cual no puede ser explicado desde el punto de vista del conocimiento teórico. Si la obra de arte no puede explicarse sólo por el conocimiento de las reglas porque la creatividad y la originalidad no son frutos de los conocimientos teóricos, sí se explica como producto del genio que es la capacidad natural innata mediante la cual la naturaleza da la regla al arte, ley no objetiva ni conceptual. La segunda razón es que considera a la obra de arte como producto objetivo que ofrece el punto de convergencia subjetivo y objetivo para suplir la ausencia de un criterio objetivo en los juicios de gusto, que se presentaba imposible. –Kant era un filósofo estructurado y sistemático. Dentro de esa forma de trabajo estableció el concepto de “genio”
¿hay belleza y sublimidad en su “Crítica del juicio”?
Hay belleza en su “Crítica del juicio” pero no en el sentido kantiano, su temática posee una unidad arquitectónica dentro de la unidad sistemática de todo su planteamiento crítico trascendental, y cumple rigurosamente con el aspecto formal en la búsqueda de la unidad entre lo suprasensible, que yace en el fondo de la naturaleza y lo prácticamente contenido en el concepto de libertad. La “Crítica del juicio” fue alabada por Goethe no solo por su contenido sino también por su configuración arquitectónica en la disposición material de la obra: “Vi reunidas aquí mis aficiones más dispares, tratados por igual los productos del arte y de la naturaleza, mutuamente iluminados los juicios estéticos y los juicios teleológicos…”
–En la línea de pensamiento de Kant, ¿qué es el “genio”?
El “genio” es un privilegiado de la naturaleza que acierta expresar las ideas estéticas y consigue comunicar universalmente la originalidad de su propio sentimiento mediante las obras de arte animando nuestras facultades: imaginación y entendimiento para que compartamos su sentimiento y seamos partícipes de la experiencia de la belleza. –Nietszche criticó a Kant porque sólo enfocaba sus planteamientos de estética desde el punto de vista del espectador,
¿qué tan cierto es esto según su estudio?
Leyendo “Genealogía de la moral” de Nietszche me encontré con su siguiente expresión: “Kant creía que estaba honrando al arte al preferir y destacar, entre los predicados de lo bello, los que constituyen la honra del conocimiento: la impersonalidad y la universalidad… quiero señalar que como todos los filósofos, Kant, en vez de enfocar el problema estético desde las experiencias del artista (del creador) consideró al arte y lo bello sólo desde el ángulo del ‘espectador’ y al hacerlo introdujo, sin percatarse de ello, la noción misma de ‘espectador’ en el concepto de lo ’bello’ ”.Éste era el juicio emitido por Nietszche, y no puedo comprender porqué ignoró el concepto de “creador” de Kant expresado a través de la noción de genio en su “Crítica del juicio”. Kant manifestó la importancia del “genio” (el creador) en la posibilidad no sólo del arte sino también en la posibilidad del juicio estético del “gusto” (del espectador), lo cual marca una alternancia de reciprocidad de los conceptos “gusto” (espectador) y “genio” (creador) como interdependientes de su sistema estético. Más aún, ante el “gusto” de carácter cambiante, el “genio” como principio trascendental para la belleza en el arte satisface mejor el requisito de invariabilidad al paso del tiempo.
–De otro lado, ¿hay criterios objetivos para establecer los juicios del gusto o éstos son meramente subjetivos?
Según el pensamiento kantiano los juicios de gusto son subjetivos no objetivos. Por ello introdujo el concepto de “genio” para explicar el fenómeno del arte y lograr mediante la unión de éste con el gusto en la obra de arte, un criterio objetivo para los juicios de gusto, lo cual se presentaba imposible. Un criterio subjetivo suple la ausencia de un criterio objetivo: “el sentimiento” como estado de espíritu, que en la obra de arte, producto objetivo, ofrece el punto de convergencia, subjetivo y objetivo a la vez. Un juicio estético presupone la existencia de un sentido común, que posibilita un juicio general y apela a una condición subjetiva universal, que enlaza al sujeto particular que juzga con la esfera total de los sujetos juzgantes sobre la base de un sentimiento común en la satisfacción de lo bello, y en el enjuiciamiento la belleza al que llama: “sensus communis aestheticus”.
–¿Cómo se establece si alguien tiene “buen gusto” o “mal gusto” estético?
El juicio de gusto estético puro no puede en modo alguno ser determinado por bases de demostración ni por aprobación de otros es prueba alguna valedera para el juicio de la belleza. No hay base alguna empírica de prueba para forzar el juicio de gusto de alguien. Tampoco hay pruebas a priori, según reglas determinadas.En cambio en lo que toca a lo agradable los juicios son de sentimiento privado por lo cual se limita solo a la persona que lo emite. Y aquí es donde se dan esas diferencias de “buen gusto” o “mal gusto”. En cambio con lo bello ocurre algo muy distinto, exactamente al revés. En el caso de lo agradable se puede dar el nombre de gusto de los sentidos y al segundo el de gusto de reflexión, en cuanto el primero enuncia solo juicios privados y el segundo, en cambio, supuestos juicios de valor universal, aunque ambos enuncian juicios estéticos sobre un objeto en relación de su representación con el sentimiento de placer y dolor. –
Finalmente, ¿qué determina la calidad estética de una obra artística?
El arte bello es un modo de representación que por si mismo está conforme a un fin aunque sin fin; esto parece un juego de palabras pero no lo es, significa que el goce frente a una obra artística es meramente contemplativo. La calidad estética de una obra artística permite un placer nacido de la reflexión no de la mera sensación, además, estimula el cultivo de las fuerzas espirituales para la universal comunicabilidad. Según Kant en todo arte bello lo esencial está en la forma, que es conforme a fin para la contemplación y para el juicio, en donde el placer es al mismo tiempo cultura, y que dispone el espíritu para ideas, proporcionándole, por tanto receptividad para el placer estético.
El autor
Palacios Garcés es artista plástico y diseñador gráfico. Es licenciado en Arte por la PUCP, magíster en Comunicación Interactiva por la Universidad Autónoma de Barcelona y magíster en Filosofía por la UNMSM. En la actualidad estudia un doctorado en la UNMSM y es docente de la Universidad de Lima.
Más sobre esta publicación en: El Genio...Nuevo libro de Ciro Palacios

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